Manifestación pública en Kartum en rechazo a la orden de arresto
La Corte Penal Internacional parece no haber tomado los eternos juegos del realpolitik en Sudán al haber decretado la primera orden de arresto internacional contra un presidente en ejercicio. En este caso Omar Al Bashir, a quien se le acusa de cinco por crímenes de guerra -entre ellos exterminio, tortura y violación- y dos de lesa humanidad -ataques directos e intencionados contra la población civil y pillaje.
No ha tomado en cuenta la actual configuración política del mundo porque si nos rigieramos por ella los crímenes que se cometen constantemente en la región no tendrían ningún responsable.
Sin embargo, esa falta de cálculo político por desgracia puede ser decisivo para detener a Bashir.
Según Soitu.es: » La propia jefa del registro de la CPI, Silvana Arbia, reconoce que la detención «depende de la voluntad efectiva de los Estados a colaborar«. En especial, necesitará la colaboración de las propias autoridades sudanesas. Pero con un régimen militar gobernando el país desde hace dos décadas, es fácil imaginarse la reacción en Jartum, la capital. Hoy mismo, el ministro de Justicia Abdel Baset Sedrat, ha rechazado la resolución calificándola de «decisión política».
Como ya es harto conocida países como Estados Unido y China no han ratificado su pertenencia al CPI, por ejemplo este último es uno de los principales proveedores de armas del régimen y por lo tanto colaborador en lo que muchos ya denominan como genocidio.
Por otro lado, a muchos les preocupa que la orden de captura entorpezca el proceso de paz en esta región tal como indican Paul Stares and Alexander Noyes en Newsweek sería mejor aplazar condicionalmente la orden de arresto para no perjudicar las negociaciones entre el gobierno y los rebeldes de Darfur, motivo de la permanente crisis humanitaria que se vive en la actualidad.
«Esta no es la solución perfecta – la política internacional raramente lo ofrece. Pero las prioridades y compromisos serán necesarios para prevenir que lo peor suceda en Sudán», concluye el artículo.
Pero, quién es Al- Bashir. Ramon Lobo en El País lo describe como un golpista sin carisma que se le puede describir como huidizo, tímido, bastante agradable de lo que aparenta y que ha jugado siempre a varias caras dando imagen de duro militar, islamista y de apertura internacional permitiendo a decenas de ONG’s y a una fuerza de paz numerosa establecerse en Darfur.
Ha sabido jugar la baza militar, la islamista y la de una cierta apertura al exterior cuando le ha convenido. La decisión del tribunal le llega cuando interpretaba con relativo éxito el último de estos papeles tras permitir a regañadientes el despliegue, muy condicionado, de una fuerza africana de paz -sólo 9.000 de los 26.000 previstos- y el establecimiento de decenas de ONG que han convertido Darfur en destino de la mayor operación humanitaria en marcha en África.
Cómo (no) cazar a Al-Bashir. Foreign Policy en español
Dónde está Sudán: Google Maps
El dictador que baila. GuerrayPaz
Las organizaciones humanitarias abandonan Darfur. Afrolnews
ONU pide que no se expulse a la ayuda humanitaria de Darfur. El Mundo.es
Real Policy 
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