Pandillas en El Salvador, carteles de la droga en México, delincuencia común en Venezuela, estos son las nuevas amenazas a la seguridad de América Latina que hacen peligrar la democracia en la región, lo que han significado que los militares cambien su rol tradicional y que ahora su campo de batalla sea la calle.
Juan Emilio Cheyre en un artículo para el diario La Tercera, considera que esto es un error, que muestra el fracaso de la política y de las instituciones democráticas en toda la región.
El analista opina que militarizar las políticas de seguridad en América Latina es un riesgo para la democracia, pues solo eleva las posibilidades de soluciones extremas. La apuesta según él debe ser fortalecer las instituciones y generar estabilidad, antes que buscar la salida fácil de que los militares se encarguen de vigilar las calles.
Imagen tomada de Time.com
Deja un comentario